En un refugio del monasterio en una de las ciudades occidentales de Rusia, la huérfana Yulka da a luz al hijo del pastor Jerónimo. La matrona del refugio Pavlikha, según las instrucciones del padre, mata al bebé recién nacido y desecha el cadáver en el barrio judío.
Una de las primeras películas antirreligiosas soviéticas en mostrar la hipocresía del clero católico. El film recibió criticas excepcionales, incluso llamándola: "La nueva victoria del cine soviético y, quizás, la más grande".