Iñigo Cabacas, de 28 años, falleció después de permanecer tres días en estado muy grave y en coma, a causa de las heridas producidas por el impacto de una pelota de goma disparada por la Ertzaintza en Bilbao en abril de 2012, tras un partido de fútbol. Un relato estremecedor con testimonios e imágenes inéditas, que, por primera vez, cuenta la versión real de los hechos.