La serie se inauguró con un piloto, emitido en dos jornadas en abril de 1959 y completando la duración de un largometraje estándar, dentro del Westinghouse Desilu Playhouse que presentaba Desi Arnaz que tenía la misión de introducir a los personajes y su universo al tiempo que intentaba vender la viabilidad comercial del mismo.
El encargo recayó en el gran especialista b Phil Karlson, un cineasta de la violencia a revalorizar, especialista en exprimir el bajo presupuesto y con talento para el thriller en su vertiente más dura. La ABC apostaba así por el mencionado tirón comercial de la violencia y por incorporarse, desde la televisión entonces emergente y creativa gracias a toda una serie de talentos que o bien se habían formado en la misma o bien se incorporaban desde los márgenes del declinante sistema de producción b, a la recuperación de la galería de criminales históricos que el cine estaba explotando en aquel momento desde una óptica que pretendía acomodar al lenguaje de los últimos 50 y primeros 60 la narrativa espídica del noir de los primeros 30; un momento histórico ya analizado aquí en un texto sobre la coetánea The Rise an Fall of Legs Diamond, obra maestra de Budd Boetticher del año 60.