Kuroda participa en el secuestro simulado de Saori, la esposa de un importante hombre de negocios. Ella se deja ser atada y retenida en su casa mientras él pide un rescate de 30 millones de yenes a cambio de su libertad. Cuando regresa a casa esa noche la encuentra muerta en el suelo. Al ver la situación, entierra su cuerpo en lo profundo del bosque e intenta regresar a su vida cotidiana, hasta que un día cree verla caminando por la calle.