Un satélite se estrella una noche en las afueras de Piedmont, Utah. Dos adolescentes que se encontraban en las cercanías transportan en su furgoneta el artefacto hasta el pequeño pueblo. Cuando los militares llegan para recuperar su juguete, se encuentran con que todos los habitantes han sufrido una muerte horrible. Se ha desatado una epidemia.
Inmediatamente se establece una zona de cuarentena y se pone en marcha el protocolo Wildfire, diseñado por el doctor Jeremy Stone (Benjamin Bratt) para caso de alertas biológicas. Él mismo y otros cuatro epidemiólogos son recluidos en un laboratorio de alta tecnología junto a los dos únicos supervivientes del pueblo, un viejo alcohólico y un bebé, con el fin de averiguar qué es ese virus (bautizado Andrómeda) y cómo puede combatirse. Por su parte, el periodista Jack Nash descubre que los militares están tratando de ocultar algo y él mismo se convierte en presa de siniestros elementos del gobierno que quieren silenciar cualquier filtración a toda costa.