«Torch song» (titulada en castellano, “La canción de la antorcha) es una película musical estadounidense de 1953, dirigida por Charles Walters y protagonizada por Joan Crawford y Michael Wilding.
El guion fue escrito por John Michael Hayes y Jan Lustig basado en la historia “Why Should I Cry?” de I.A.R. Wylie escrita en 1949 y publicada en el «The Saturday Evening Post».
La producción corrió a cargo de Sidney Franklin, Henry Berman y Charles Schnee.
La voz de Joan Crawford en los números musicales pertenece en realidad a la cantante fantasma (ghost singer) de California, India Adams, quien por aquél entonces dobló también a Cyd Charisse en la brillante y memorable “The Band Wagon” (V. Minnelli, 1953).
El film se convirtió en una éxito gracias al número musical “Two-Faced Woman”, en el que Crawford actúa con la cara y el cuerpo pintado de negro (como si de una mujer negra se tratara) mientras baila con un gran coro de bailarines y bailarinas, también pintados de negro. La grabación que India Adams hizo originalmente para Cyd Charisse de este número musical -que fue descartado de “The Band Wagon”-, se reutilizó en «Torch song».
El film marcó el regreso de la Crawford a MGM después de 10 años de ausencia y demostró que, a pesar de tener casi 50 años, aún se mantenía ágil y capaz de realizar los números musicales con soltura.
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Reseña de Craig Butler [ALLMOVIE] ***
Un buen ejemplo de película “increíblemente mala pero enormemente entretenida”, «Torch Song» es un disparate de principio a fin y una de las favoritas de los aficionados a las malas películas. Joan Crawford interpreta a una mujer dominante, intransigente y durísima, un papel que había convertido en su marca registrada (ella “tiene la boca de un ángel, pero las palabras que salen son propias de una mujerzuela”, como dice un personaje), pero aqui convierte su actuación en algo exagerado y ridículo, completamente alejado de la realidad, aunque mantiene una fascinación innegable y uno, sencillamente, no puede mirar hacia otro lado. Lo mismo puede decirse de toda la película, que tiende a provocar en el espectador una reacción que continuamente le hace preguntarse: “¿Realmente han dicho eso?”. La peli está llena de diálogos increíbles y que pueden citarse instantáneamente (como la Crawford soltándole al ciego Michael Wilding: “¿Por qué no te buscas una chica guía” o criticando a un bailarín del coro que tropieza con una pierna de ella: “¡Te pagan un buen sueldo por bailar alrededor de esta pierna!”), el guión acumula tópico sobre tópico y no pierde la oportunidad de ofrecer a su estrella principal una “gran escena”, no importa lo mal construida que esté. Incluso la producción material provoca risas, desde el maquillaje de un centímetro de grosor de la estrella hasta el falso y moderno set del dormitorio. El plato fuerte, sin embargo, es el legendario número musical “Two Faced Woman”, con una coreografía asombrosamente inepta, trajes llamativos, una Crawford descaradamente doblada y posiblemente el uso más vergonzoso de la cara pintada de negro en una producción importante. (El arrebato emocional de la Crawford al final del número es único en su clase). Puede que «Torch Song» no haya resultado ser el tipo de película que su estrella pretendía que fuera, pero desde luego es una experiencia inolvidable.