En un confortable hogar de Estocolmo asesinan a una familia. Sólo se salvan el hijo de 15 años y su hermana, que se ha fugado. El asesino tomó muchas precauciones para no ser pillado, y el único capaz de aclarar el asunto es el chico, traumatizado. Éste es incapaz de comunicarse y Joona Linna, el comisario que investiga el caso, se pone en contacto con el hipnotizador, Erik, para que hable con el joven. Erik no querrá aceptar por una mala hipnosis que realizó en el pasado.