A lo largo de 92 minutos, este documental nos aporta datos sobre el el rodaje, historia y problemática legal y de todo tipo, de Garganta Profunda, con la participación, 30 años después, de quienes la hicieron posible y aún vivían.
También intervienen personalidades del mundo del cine, la cultura y hasta sexólogos. Incluso se incluye una aparición de Linda Lovelace poco antes de su muerte en 2002.
Es, a la vez, una ácida crítica, aunque con cierto desenfado, al conservadurismo, la hipocresía, el fanatismo, la ignorancia y el miedo de una buena parte de la sociedad norteamericana y de su sistema judicial.
Como era de temer, esta cinta también fue castigada en los Estados Unidos recibiendo inicialmente la clasificación "NC-17". Pero no sería ese su único castigo, ya que en Malasia (y en otros países asiáticos) está absolutamente prohibida.