Aron vuelve del exilio a un Chile en transición. Un Chile muy distinto al que dejó, al punto de parecerle totalmente irreconocible, pero al que se empeña en entender. Una carga que lleva junto a la pena de su padre fallecido durante la dictadura y un hermano detenido desaparecido. Un drama fuertemente alegórico que marca el regreso de Miguel Littin a Chile como director de largometrajes.