Considerado el padre de la animación japonesa, muchos de nosotros conocimos el animé de pequeños (sin saber que era animé) a través de dos de sus creaciones: Astro Boy y Kimba, el león blanco. Pero limitar a Tezuka sólo a estas dos creaciones sería hacerle un flaco favor. Como artista estaba constantemente reinventándose, apostando siempre a algo nuevo, y en esta colección de trece animaciones de corte experimental, que datan de 1962 a 1988, muestran en todo su esplendor el talento creador de Tezuka.