Gabriela y Julieta Guillén son dos jovencitas que entran a trabajar de meseras a un restaurante propiedad de Mario Genovés. David, el hijo de Mario y administrador del lugar, conoce a Gabriela y se siente inmediatamente atraído por ella. Pero Carlos Ávila, socio y amigo de David, también se enamora de la joven y entre los dos amigos surge una fuerte rivalidad por conquistarla.
Gabriela, a su vez, corresponde a los sentimientos de David, pero entre ambos surgen diversos conflictos por los celos de él y las intrigas de Carlos, quien hace todo lo posible para ganarse el amor de Gabriela. Sin embargo, las hermanas Guillén ignoran que su padre, Fausto Guillén, un hombre justo y gran padre, en realidad esconde un terrible secreto que será el detonante de una serie de desgracias y conflictos.
Por otro lado, Mario, padre de David, se encuentra en la fase terminal de un tumor inoperable. Para evitar que el malvado Adolfo Ávila, padre de Carlos y socio de Mario, se quede con su dinero y su restaurante cuando él muera, Mario le propone a Fausto que se haga pasar por él mientras anula su contrato con Adolfo, quien además comparte el secreto que ambos hombres ocultan y es el causante de que Fausto haya vivido una vida de fugitivo constantemente para proteger a sus hijas. Fausto acepta el plan y decide construir un túnel secreto bajo la mansión de Mario que conecta con la vivienda contigua, que lleva mucho tiempo abandonada. Allí construirá un taller donde podrá disfrazarse de Mario sin levantar sospechas.
Para realizar la construcción del túnel, Fausto cuenta con la ayuda de la sobrina de Mario, Alejandra, una bella y brillante arquitecta quien también se convertirá en otra de las protagonistas de la historia al entablar una relación con Juan José Victoria, un hombre que pasó once años encerrado injustamente en la cárcel. A pesar de ser de una clase inferior a la de Alejandra, Juan José luchará por estar junto a ella y también se convertirá en aliado de Mario y Fausto en sus planes contra Adolfo, ya que tiene cuentas pendientes con ese hombre.
Mientras tanto, en la vida de Gabriela aparece otro hombre, el comandante Leonardo Faidella; en su afán por descubrir los negocios ilícitos de Adolfo y llevarlo a la justicia, el Comandante se convierte en el protector de la joven, pero su misión corre un grave peligro cuando se enamora de ella.