"Furia de Titanes" (Clash of the Titans) es una película britanoestadounidense de 1981 dirigida por Desmond Davis. Es una adaptación del mito de Perseo, su lucha con Medusa y su intento de salvar de la destrucción a la ciudad de Jopa y de la muerte a la princesa Andrómeda.
El rey Acrisio de Argos encierra a su hija Dánae (Vida Taylor) lejos de los hombres mortales para prevenir el cumplimiento de la profecía que dice que él morirá si ella tiene un hijo.
Estando encerrada, el dios Zeus la deja embarazada. Acrisio la expulsa, y la hace partir por mar con el recién nacido Perseo en un cofre de madera, con la esperanza de que mueran ambos y de burlar así su destino. Zeus (Laurence Olivier) mata a Acrisio y le manda al dios del mar, Poseidón (Jack Gwillim), que suelte al monstruo Kraken para que destruya Argos, y se cumpla así la profecía.
Mientras, Dánae y Perseo flotan seguros hasta la isla de Cálibo (Neil McCarthy), hijo de la diosa Tetis (Maggie Smith), es un hombre bien parecido que está destinado a casarse con la princesa Andrómeda (Judi Bowker), hija de la reina Casiopea (Siân Phillips), y a heredar la rica ciudad de Jopa.
Pero el cruel y destructivo Cálibo ha cazado y matado a todos los animales que vivían en torno a los "Pozos de la Luna", incluyendo la manada entera de caballos alados de Zeus (excepto a Pegaso). Como castigo por esta y sus muchas otras transgresiones, Zeus transforma a Cálibo en un sátiro, criatura que es posteriormente desterrada y condenada a vivir como un extraño en los pantanos.