Grato proclama a Claudio emperador: óleo en lienzo de 1871, obra de Lawrence Alma-Tadema.
Herodes convence a Claudio de tomar el poder para impedir la muerte de su familia y una guerra civil. Claudio pide al Senado reconocerlo Emperador. En su primer acto, condena a Casio por el cruel asesinato de Cesonia y su hija. También proclama diosa a Livia. Convertida en madre de los hijos de Claudio, Mesalina pide a este compartir con ella el poder, y que también le ayude el senador Apio Silano.2 Herodes antes de irse a tomar las tierras que Claudio le dio, le advierte no confiar en nadie. Mesalina, a pesar de que Silano está casado con su madre, intenta seducirlo, incluso lo engaña diciendo que Claudio está de acuerdo. Silano deseando terminar con la línea de gobernantes depravados, intenta fallidamente matar a Claudio. Silano es condenado a muerte, mientras que la perversa Mesalina convence a Claudio de su propia inocencia.