París nos pertenece (en francés: Paris nous appartient, a veces traducido como París es nuestro) es una película de misterio francesa de 1961 dirigida por Jacques Rivette en su debut como director de largometrajes. Ambientada en París en 1957 y con referencias a menudo a la obra de Shakespeare Pericles, el título es muy irónico [¿según quién?] porque los personajes son inmigrantes o alienados y no sienten que pertenecen en absoluto. La historia se centra en la joven universitaria Anne, quien, a través de su hermano mayor, conoce a un grupo de personas atormentadas por misteriosas tensiones y miedos y la muerte de dos de sus miembros. La fuente del malestar que afecta al grupo nunca se explica, lo que deja a los espectadores preguntándose hasta qué punto podría ser una amalgama de desequilibrios individuales, ansiedad existencialista general o la paranoia de la Guerra Fría cuando el mundo se enfrentaba a la posibilidad de una aniquilación nuclear. Una estudiante de literatura acude a una fiesta. Allí conoce a un americano y a un director de teatro. Tras la fiesta, su vida ya no será la misma. Notable drama que supuso el debut en la dirección de Jacques Rivette, crítico de cine de la revista "Cahiers du Cinéma".

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